Diarrea en adulto.

¿Que es la diarrea en el adulto?

La diarrea en adulto es un incremento en el volumen, fluidez o frecuencia de las deposiciones. Sin embargo, la frecuencia de las deposiciones por sí sola no es la característica que define la diarrea. Algunas personas normalmente tienen 3 a 5 deposiciones al día. Las personas que ingieren grandes cantidades de fibra vegetal pueden producir mas 0,5 kilos de heces al día, pero las heces en estos casos. Están bien formadas y no son líquidas. La diarrea generalmente se asocia con gases, retortijones, urgencia para evacuar, y si la diarrea es causada por un organismo infeccioso o por una sustancia tóxica, náuseas y vómitos.

Complicaciones.

La diarrea en adulto puede causar las siguientes complicaciones:

  • Deshidratación.
  • Pérdida de electrólitos de la sangre, como sodio, potasio, magnesio, cloro y bicarbonato.
  • Si se pierden grandes cantidades de líquidos y electrólitos, la persona siente debilidad.
  • Bajada de tensión arterial lo suficiente para causar desmayo (síncope), anomalías del ritmo cardíaco (arritmias) y otros trastornos graves. Este riesgo es más probable en niños muy pequeños, en personas de edad muy avanzada o debilitadas y en las que presentan un proceso diarreico muy grave.

Causas.

Las causas pueden ser muy diversas, según la persistencia de la diarrea.

  • Las causas más frecuentes de diarrea aguda (duración inferior de una semana) son:
  1. Infección lírica, bacteriana o parasitaria (gastroenteritis).
  2. Intoxicación alimenticia.
  3. Efectos secundarios de un fármaco.
  • Las causas más frecuentes de diarrea crónica (persiste durante más de 4 semanas) son:
  1. Sindrome de colon irritable.
  2. Enfermedad inflamatoria intestinal.
  3. Efectos secundarios del tratamiento farmacológico.
  4. Tratamiento reciente con antibióticos (causante de infección por clostridium difficile).

La diarrea que dura de 1 a 4 semanas puede ser un caso persistente de diarrea aguda o una primera fase de un trastorno causante de diarrea crónica.

Clasificación.

Normalmente, las heces están compuestas por un 60 a 90% de agua. La diarrea en el adulto principalmente se produce cuando no se elimina. Una cantidad suficiente de agua en las heces, de modo que esta s son muy blandas e informes. Las heces pueden contener demasiada agua en estos casos:

  1. Si el tránsito por el intestino es muy rápido.
  2. Sí contienen ciertas sustancias que impiden la absorción de agua por el intestino grueso.
  3. Si contienen un exceso de agua secretada por los intestinos.

El tránsito rápido de las heces es una de las causas mas frecuentes de diarrea. Para que las heces tengan consistencia normal han de permanecer en el intestino grueso durante cierto tiempo. Las heces que salen del intestino grueso rápidamente son acuosas. Muchos trastornos médicos y tratamientos pueden disminuir el tiempo de permanencia de las heces en el intestino grueso. Estos trastornos son la hiperactividad de la glándula tiroides (hipertiroidismo); El síndrome de Zollinger-Ellison (una enfermedad con sobreproducción de ácido por un tumor.); la extirpación quirúrgica de parte del estómago como del Intestino Delgado o del intestino grueso; la cirugía de derivación de parte del intestino (bypass gástrico); enfermedad inflamatoria intestinal (como la colitis ulcerosa) y fármacos tales como antiácidos que contienen magnesio, los laxantes, las prostaglandinas, la serotonina e incluso la cafeína. Muchos alimentos, especialmente los que son ácidos o que contienen mucho azúcar (como el gofre o el jarabe de arce) pueden aumentar la velocidad de tránsito. Algunas personas no toleran ciertos alimentos y siempre tienen diarrea después de consumirlos. El estrés y la ansiedad son también causas frecuentes.

La diarrea osmótica ocurre cuando ciertas sustancias que no pueden ser absorbidas a través de la pared del colon, permanecen en el intestino. Estas sustancias hacen que queden en las heces una excesiva cantidad de agua, causando diarrea. Algunos alimentos (como ciertas frutas y alubias) y sustitutivos del azúcar en alimentos diabéticos, dulces y goma de mascar (por ejemplo, hexitoles, sorbitol y manitol; pueden causar diarrea osmótica. También la deficiencia de lactasa causa la diarrea osmótica. La lactasa es una enzima que normalmente se encuentra en el intestino delgado y convierte la lactasa (azúcar de la leche) en glucosa y galactosa, para que pueda ser absorbida por el torrente sanguíneo. Cuando las personas con deficiencia de lactasa toman leche o consumen productos lácteos, a lactasa no es digerida. La acumulación de lactasa en el intestino provoca diarrea osmótica, una enfermedad conocida como intolerante a la lactosa. La gravedad de la diarrea osmótica depende de la cantidad de sustancia osmótica que se haya consumido. La diarrea cesa tan pronto como la persona deja de comer o beber dicha sustancia. Cuando hay presencia de sangre en el tubo digestivo, esta actua como un agente osmótico y produce heces negras y alquitranada (melena). Otra causa de la diarrea osmótica es una proliferación de bacterias que normalmente no se encuentran en el intestino. Los antibióticos pueden causar diarreas osmóticas al destruir las bacterias intestinales normales.

La diarrea secretora  sucede cuando los intestinos delgado y grueso secretan sales (especialmente cloruro de sodio) y agua en las heces. Ciertas toxinas, como la producida por el cólera o durante algunas infecciones víricas, pueden causar estas secreciones. También las infecciones por ciertas bacterias (por ejemplo, campylobacter) y parásitos (como criptosporidium) estimulan las secreciones. La diarrea puede ser masiva, evacuándose más un litro de heces por hora en el cólera. Otras sustancias causantes de secreción de agua y sales son ciertos laxantes, como el aceite de castor y los ácidos biliares (que pueden acumularse en el colon si se ha extirpado parte del intestino delgado). Ciertos tumores poco frecuentes -como el carcinoide, el gastrinoma y el vipoma- también causan diarrea secretora, al igual que algunos pólipos.

La diarrea inflamatoria ocurre cuando el revestimiento del intestino grueso se inflama, se ulcera o se congestiona y libera proteínas, sangre, moco y otros líquidos, lo cual incrementa el volumen y el contenido líquidos de las heces. Este tipo de diarrea puede ser causados por muchas enfermedades, como colitis ulcerosa, enfermedades de Crohn, tuberculosis y cánceres como el linfoma y el adenocarcinoma. Cuando está afectado el revestimiento del recto, la persona con frecuencia siente urgencia defecatoria y tiene deposiciones frecuentes porque el recto inflamado es más sensible a la expansión (distensión) por heces.

Evaluación.

No todos ni cada unos de los episodios de diarrea en el adulto requieren una valoración inmediata por un medico. La siguiente información puede ayudar a decidir si es necesario una exploración médica y, llegado el caso, cómo se producirá llamar al médico de cabecera para concretar la gravedad.

Síntomas alarmantes.

Es importante tener en cuenta los síntomas alarmantes para determinar si necesitamos atención inmediata de un médico.

Ciertos resultados permiten establecer la probabilidad de que la diarrea en el adulto tenga causa grave:

  • Sangre o pus en las heces.
  • Signos de deshidratación (como reducción de la orina, letargo o apatía, sed acuciante y boca seca).
  • Diarrea crónica.
  • Diarrea nocturna.

Consulta con el médico. 

Las personas que presentan signos alarmantes de heces hemorrágicas o purelentas, fiebre o indicios de deshidratación han de ir al médico inmediatamente, así como las que tienen dolor abdominal intenso. Estas personas necesitan someterse inmediatamente a una prueba diagnósticas, tratamiento y, en algún caso, internamiento hospitalario. Si los únicos síntomas alarmantes son diarrea crónica o nocturna o pérdida de peso, la consulta médica es necesaria en el término de una semana aproximadamente. Si no se observan síntomas alarmantes, hay que llamar al médico si la diarrea se prolonga más de 72 horas. Según cuáles sean los otros síntomas observados, la edad y los antecedentes clínicos, el médico recomendará una exploración o bien tratamiento domiciliario con fármacos de uso común o libre disposición.

¿Qué hace el médico?

En primer lugar, los médicos preguntan a la persona sobre sus síntomas y sus antecedentes clínicos. Luego proceden a la exploración física. Los datos obtenidos de la consulta y los resultados de la exploración suelen sugerir a menudo la causa de la diarrea y las pruebas diagnósticas necesarias.

El médico empieza por preguntar sobre la duración del episodio de diarrea y qué intensidad o gravedad tiene. Se indaga también sobre la coincidencia de episodios de diarrea en otras personas de la familia o del entorno del usuario. Otras cuestiones importantes se centran en lo siguiente:

  • Circunstancia o contexto en qué se produjo el brote (un viaje reciente, la ingestión de determinados alimentos y el cambio de aguas).
  • El consumo de fármacos (incluyendo el tratamiento antibiótico en los 3 meses precedentes).
  • Dolor abdominal o vómitos.
  • Frecuencia y duración de las deposiciones.
  • Cambios en las características de las heces (por ejemplo, presencia de sangre, de pus o de mucosidad y cambios en su color y consistencia).
  • Cambios de peso o de apetito.
  • Sensación de urgencia de defecar o de defecar continuamente.

Pruebas diagnósticas.

La necesidad de realizar algún tipo de prueba diagnóstica depende de los resultados obtenidos por el médico durante la reconstrucción de la historia clínica y de la exploración física.

  • La diarrea acuosa aguda (con duración inferior a 4 días) sin síntomas alarmantes suele ser causada por una infección vírica y las personas que, por lo demás, parecen estar bien no requieren pruebas diagnósticas.
  • En general, si se observan síntomas alarmantes de deshidratación, heces hemorrágicas, fiebre o dolor abdominal intenso, es necesaria la realización de pruebas diagnosticas, sobre todo en caso de personas muy jóvenes o muy mayores.
  • En estos casos, los médicos piden hemograma, para descartar irregularidades en la sangre y alteraciones electrolíticas, y análisis fecal para descartar la presencia de sangre, leucocitos y organismos infecciosos (como campylobacter, Yersinia, amebas, guardia y cryptosporidium).
  • Algunas causas de infección se detectan en la observación microscópica, mientras que otras requieren un cultivo (proliferación de microorganismos en el laboratorio) o análisis de una enzma específica (por ejemplo shigella o giardia). Si la persona ha seguido tratamiento antibiótico en los 2 o 3 meses procedentes, el médico analiza las heces para valorar la presencia de la toxina de Clostridium difficile.

La colonoscopia es, generalmente, innecesaria.

  • La diarrea en adulto que persiste durante más de 4 semanas (más de 1 semana en personas con el sistema inmunitario debilitado o que parecen gravemente enfermas), se realiza este mismo tipo de pruebas.
  • Además, el médico puede analizar la presencia de grasa en las heces (lo cual indica absorción insuficiente hipoabsorción intestinal) y llevar a cabo una colonoscopia para examinar el revestimiento del recto y el colon y tomar muestras para descartar la infección.
  • Si se observan síntomas aparentemente relacionados con la dieta se puede realizar una prueba de aliento para valorar la presencia de hidrógeno, que podría indicar una mala absorción de los hidratos de carbono.
  • A veces se realiza una biopsia (extracción de una muestra de tejido para su examen microscópico) del recubrimiento rectal para descartar la enfermedad inflamatoria del intestino (esteropatía inflamatoria).
  • En algunos casos se mide el volumen de las heces en un período de 24 horas. Las pruebas radiológicas, como enterografía por tomografía computarizada (TC), pueden ser necesarias si el médico desea descartar la posibilidad de ciertos tumores.
  • Sí, pese a todo, los médicos no pueden establecer claramente un diagnostico, necesitarán probablemente valorar la función pancreática. Según cuáles sean los síntomas del paciente., los médicos también solicitan pruebas diagnosticas para la enfermedad tiroidea o adrenal.

Tratamiento.

El tratamiento se orienta hacia la causa de la diarrea en el adulto, si es posible. Por ejemplo, se evitan los fármacos o los alimentos causantes, se extirpo el tumor detectado, se administra tratamiento farmacológico para erradicar las infecciones parasitarias. Sin embargo, en muchos casos, el organismo resuelve el problema por sí mismo. Sin embargo, en muchos casos, el organismo resuelve el problema por si mismo. Una causa vírica suele remitir por sí misma en un término de 24 a 48 horas.

Deshidratación.

Las personas deshidratadas necesitan suplementos líquidos que contienen una mezcla equilibrada de agua, azúcares y sales. Tan pronto como la persona deshidratada deja de vomitar excesivamente, estos líquidos pueden administrarse por vía oral.

En los casos de enfermedad grave y de anomalías electrolíticas importantes, se requiere administración de suero por vía intravenosa y, en algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización.

Fármacos.

Los fármacos que se dispensan sin receta son los absorbentes (por ejemplo, caolín-pectina), que se adhieren los fármacos, las toxinas y los organismos infecciosos. Algunos absorbentes también dan consistencia a las heces. El bismuto es una ayuda en los episodios de diarrea en el adulto. Tiene como efecto secundario normal el ennegrecimiento de las heces.

Los agentes espesantes que se usan en el tratamiento del estreñimiento, como la zaragatona o la metilcelulosa, también pueden, en algunos casos, aliviar la diarrea crónica.

Puedes consultar también el enlace relacionado con Diarrea en las Personas Mayores.

También puedes consultar en wikipedia el siguiente enlace diarrea

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