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Temblor.
El temblor es un movimiento de sacudida rítmico e involuntario de una parte del cuerpo, como la mano, la cabeza, las cuerdas vocales, el tronco o las piernas. Los temblores ocurren por la repetición alternante de contracción y relajación de los músculos.
Tipos de temblores.
Los temblores se clasifican generalmente teniendo en cuenta el momento que ocurren:
- Temblor de reposo: Ocurre principalmente durante el descanso.
- Temblor de intención: Se desencadena por el movimiento hacia el objetivo (por ejemplo, intentar alcanzar un vaso).
- Temblor postural: Se desencadena al mantener en posición de extensión una extremidad.
Los temblores también pueden clasificarse según sus causas.
- Fisiológico (temblores normales que toda persona tiene en un grado u otro).
- Esencial (un trastorno frecuente que raramente causa otros síntomas).
- Cerebeloso (causado por la lesión del cerebelo, una parte de encéfalo).
- Secundario (causado por un trastorno, un fármaco o una droga).
Otras características importantes de los temblores son:
- Con qué rapidez se producen las sacudidas (frecuencia): Lentos o rápidos.
- Qué amplitud tienen los movimientos Finos o gruesos.
- Con qué frecuencia se producen los temblores: Intermitentes o constantes.
- Su aparición: Súbita o gradual.
Temblores de reposo.
Este tipo de temblor ocurre cuando los músculos están en reposo. Se produce un temblor de un brazo o una pierna incluso estando la persona totalmente relajada. El temblor se hace menos notable o desaparece cuando la persona mueve los músculos afectados. el temblor de reposo suele ser lento y grueso.
Este tipo de temblor por algún tipo de alteración de unas células nerviosas en unas estructuras del encéfalo que denominamos conjuntamente ganglios basales. Estas alteraciones son generalmente consecuencias de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, puede derivarse también del uso de fármacos como la antipsicóticos y algunos de los usados para aliviar las náuseas.
El temblor en reposo podría crear alguna situación socialmente embarazosa, pero dado que desaparece cando la persona intenta hacer alguna cosa (como beber un vaso de Agus), no suele interferir con el desarrollo de las actividades cotidianas.
Temblor de intención.
Este tipo de temblor ocurre durante un movimiento con un objetivo determinado, como, por ejemplo, alcanzar un objetivo con la mano. el temblor puede frustrar el objetivo de la acción. Los temblores de intención empeoran cuanto más cerca está la persona de su objetivo. Estos temblores son relativamente lentos y gruesos.
Los temblores de intención pueden ser consecuencia de una lesión del cerebro, la del encéfalo responsable del equilibrio y la coordinación. Por lo tanto, el temblor cerebeloso y el temblor de intención se usan a veces como sinónimos.
Ciertos trastornos hereditarios que afectan al cerebelo (denominados ataxias espinocerebelosas) son causa frecuente de temblores de intención, así como la esclerosis múltiple. También puede alterar la función del cerebelo y, consiguientemente, causar temblores de intención el ictus, un tumor, el alcoholismo y el abuso de sedantes o anticonvulsivos.
Temblor postural.
Este tipo de temblor es más vidente al sostener una extremidad en una posición que requiere resistir la fuerza de la gravedad, como, por ejemplo, mantener los brazos extendidos. Los temblores posturales más frecuentes son el temblor esencial y el temblor fisiológico (normal).
Temblor complejo.
El temblor complejo es aquel que presenta características de más de un tipo de temblor. Las causas frecuentes de temblores complejos son los factores psicológicos y la lesión nerviosa diseminada, como la producida por la diabetes o por el síndrome de Guillain-Barré.
Causas.
Los temblores pueden ser normales (fisiológicos) o anormales. Diversos trastornos pueden causar temblor. Muy frecuentemente, los temblores son:
- Temblor fisiológico (generalmente el más frecuente).
- Temblor esencial.
- Debido a la enfermedad de Parkinson.
- Debido a Ictus o esclerosis múltiple con afectación de zonas del encéfalo que controlan el movimiento.
- Temblor psicogénico (debido a factores psíquicos).
El temblor fisiológico es el temblor normal que toda persona suele tener en un grado u otro. Por ejemplo, a la mayoría de las personas les tiemblan las manos levemente al sostener alguna cosa con los brazos extendidos. este temblor leve y rápido refleja, instante por instante, el control preciso de los músculos por los nervios. en la mayoría de las personas, el temblor es apena notable. Sin embargo, un temblor normal puede hacerse más evidente bajo ciertas condiciones y puede resultar molesto para la persona. Por ejemplo, el temblor puede ser más notable cuando la persona:
- Esta estresada, ansiosa, cansada o somnolienta.
- Deja de consumir alcohol o deja de tomar sedantes (como la benzodiacepina) o algún opiáceo.
- Consume cafeína.
- Tomar ciertos fármacos, entre los cuales la teofilina y el salbutamol (que se utilizan en el tratamiento del asma y de la EPOC), corticosteroides y drogas (como la cocaína o las anfetaminas).
El temblor esencial deriva de un problema del sistema nervioso, pero la persona con este tipo de temblor raramente presenta otros síntomas de alteración del sistema nervioso (síntomas neurológicos). Nos e conoce bien la causa, pero este tipo de temblor se observa frecuentemente en diversos miembros de una misma familia. El temblor esencial generalmente empieza al llegar a la edad adulta pero puede empezar a cualquier edad. Lentamente el temblor va haciéndose más notable con la edad.
Poe estas razón a veces es llamado, impropiamente, temblor senil. El temblor afecta generalmente los brazos y las manos y, en algunos casos, la cabeza. Si afecta a la cabeza, los movimientos de sacudida son similares a las convenciones que utilizamos para asentir o negar con la cabeza.
Estes temblores suelen empeorar al extender una extremidad (contra la gravedad) o al moverla. Generalmente, el temblor esencial no pasa de leve. Sin embargo, puede ser molesto para personas y socialmente. Puede afectar a la escritura y el manejo de instrumentos. En alunes personas, el temblor empeora gradualmente a lo largo del tiempo y provoca, finalmente, incapacidad. Los sistemas pueden ser similares a los de enfermedades de Parkinson, por lo que a veces se atribuye erróneamente este diagnóstico al temblor esencial.
Evaluación.
La siguiente información puede ayudar a la persona a decidir si es necesaria la visita médica y a saber en que consistirá y cuáles pueden ser sus resultados.
Síntomas alarmantes.
Los siguientes síntomas merecen una atención especial:
- Temblores de aparición repentina.
- Otros síntomas neurológicos, como alteraciones del estado mental, debilidad muscular, cambios en la manera de caminas de la persona y dificultades del habla.
- Aceleración del ritmo cardíaco y agitación.
Cuando ir al médico.
Las personas con síntomas alarmantes han de ir al médico de inmediatamente. Si no se observan síntomas alarmantes, hay que ir al médico lo antes posible, pero una demora aproximadamente de una semana (o incluso algo más si el temblor se ha desarrollado durante meses o años) no supone, en general, mayor prejuicio. Si la persona tiene menos de 50 años de edad y no existen antecedentes familiares de temblores, es conveniente que se someta a una revisión médica para asegurarse de que la causa no es otro trastorno o un tratamiento farmacológico.
Qué hace el médico.
En primer lugar los médicos se informan sobre el síntomas del paciente y sus antecedentes clínicos y luego proceden a la exploración física. Los datos y observaciones obtenidos en la anamnesis y la exploración suelen sugerir una causa y las pruebas diagnósticas necesarias en cada caso. Los médicos preguntan si el dolor empezó gradualmente o de modo repentino, qué partes del cuerpo afecta, qué lo activa o provoca (como el movimiento, el descanso o el estar de pie) y qué lo alivia o lo empeora (como el alcohol, la cafeína, el estrés o la ansidad). Si el temblor empieza repentinamente, los médicos preguntan sobre los acontecimientos que lo han activado (como lesión reciente o el inicio de n tratamiento farmacológico).
Los médicos examinan los antecedentes clínicos de la persona, para localizar trastornos o enfermedades asociadas al temblor. Piden información también sobre episodios de temblores en familiares próximos. Revisan los fármacos que el paciente está tomando e indagan sobre el consumo de cafeína, alcohol y drogas, (sobre todo si la persona a dejado de consumir recientemente)
- Cuando las partes del cuerpo afectadas están en reposo y cuando están completamente apoyadas en una base (por ejemplo, las manos descansando en la falda de la persona).
- Cuando la persona mantiene determinadas posiciones (como manteniendo los brazos extendidos).
- Cuando la persona está caminando o realizando tareas con la parte afectada del cuerpo.
En algunos casos, observan también la calidad de la voz del paciente al sostener una nota larga.
Prueba diagnostica.
Los médicos suelen identificar el tipo de temblor basándose en sus características y los resultados del historial y la exploración física del paciente. Por ejemplo, si el temblor se desarrolla gradualmente, suele ser temblor fisiológico o esencial. Si el temblor postural empieza de modo más repentino, puede ser debido a factores psíquicos, un agente tóxico, un trastorno (como el hipertiroidismo), la abstinencia de alcohol o de otra sustancia o un fármaco (como sedante) o el tratamiento con algún fármaco que se sabe que causa temblores.
La prueba por imagen del encefalopatías mediante resonancia magnética (RMN) o tomografía computarizada (TC) son necesarias si:
- La persona tiene otros síntomas neurológicos.
- El temblor empieza repentinamente o evoluciona muy deprisa.
En personas con temblor postural, las pruebas diagnósticas pueden consistir en análisis de sangre para detectar causas posibles. Los análisis consisten en medida del nivel de azúcar y valoración del funcionamiento de las glándulas tiroides y paratiroides, el hígado y los riñones.
Tratamiento.
Cuando es posible, se procede al tratamiento específico de las causas; por ejemplo, interrumpiendo el consumo de un fármaco que causa temblores o mediante el tratamiento del hipertiroidismo. La enfermedad de Parkinson puede tratarse con levodopa y otros fármacos.
El temblor leve no necesita tratamiento. Si los temblores se hacen muy molestos, puede ser útil la adopción de ciertas medidas:
- Agarrar los objetos firmemente y aguantarlos pegados al cuerpo para no dejarlos caer.
- Evitar posiciones incómodas.
- Evitar comer en público alimentos líquidos, como sopa.
- Utilizar instrumentos de ayuda o adaptados siguiendo las instrucciones de un terapeuta ocupacional.
Los instrumentos de ayuda pueden consistir en cuchillos con balanceo, utensilios con mango grande y, especialmente, si el temblor es severo, gansos para botones, cierre con velcro (en lugar de botones o cordones en los zapatos), tiradores de cremallera, pajitas (cañas de refrescos) y calzadores.
En el temblor fisiológico o esencial, la eliminación o minoración del factor desencadenante puede reducir el temblor. Por ejemplo, puede ser útil evitar la cafeína, dormir lo necesario y reducir el estrés. en algunas personas, beber alcohol moderadamente reduce el temblor, pero los médicos no recomiendan esta táctica con tratamiento. El abuso de alcohol, seguido de una abstinencia brusca, hace que el temblor empeore. Si el desarrollo de actividades propias de la vida cotidiana (como manejar utensilios y beber de un vaso durante la comidas) se hace difícil o si la ocupación laboral de la persona requiere manos firmes, es conveniente una terapia farmacológica. El tratamiento puede consistir en la administración de B-bloqueadores (como l propanolol), el anticonvulsivo primidona, o ambos. En algunos casos de temblor fisiológico, la administración en dosis bajas de una benzodiacepina (sedante), como el lorazepam, puede contribuir a reducir el temblor.
Los temblores de intención son de difícil tratamiento, pero si el factor causante puede corregirse, el temblor remite. Si la causa no puede corregirse, un terapeuta puede colocar pesos en la muñeca o el tobillo de la extremidad afectada durante la actividad. Este tipo de medidas proporcionan alguna ayuda.
Estimulación cerebral profunda.
Se colocan unos electrodos diminutos en la zona del cerebro afectada por los temblores. Los electrodos envían estímulos indoloros para bloquear los impulsos que causan los temblores. La estimulación cerebral profunda se aplica en los casos en que el tratamiento farmacológico no consigue controlar un temblor severo e incapacitan. Este tipo de tratamiento es necesario en algunos casos de temblores esenciales o temblores debidos a enfermedad de Parkinson o a otro trastorno. Se aplican solo en centros médicos especializados.
Cuestiones básicas en personas mayores.
Muchas personas mayores creen que la aparición de temblores forma parte del proceso normal de envejecimiento y es posible que no presten atención a este problema. No obstante, las personas mayores deben consultarlo con su médico con su médico, que les hará preguntas específicas sobre el síntoma y les someterá a un examen físico para identificar las posibles causas del temblor.
Los médicos también pueden recomendar ciertas estrategias o tratamientos con fármacos que reducen los temblores.
Además, en las personas mayores es mayor la probabilidad de que tengan que tomar fármacos que causan temblores y son más vulnerables a los efectos secundarios del tratamiento. Por lo tanto, si se prescribe este tipo de fármacos a personas ancianas, los médicos procuran recomendar la dosis mínima eficaz. Esta dosis puede ser más baja que las usadas para el tratamiento de personas más jovenes.
El temblor puede perjudicar considerablemente la calidad de vida de las personas mayores, afectando a su capacidad funcional, especialmente si están afectados por otros impedimentos de naturaleza física o mental.
La fisioterapia y la terapia ocupacional puede proporcionar a las personas mayores afectadas por trastornos que cursan con temblor estraegias e instrumentos adaptados que les ayudarán a mantener en determinados aspectos de su cotidianidad una mejor calidad de vida.