Tos en los adultos

La tos en los adultos.

La tos es la expulsión de aires súbita y enérgica desde los pulmones. Ocupa el quinto lugar entre las causas más frecuentes de consulta médica. La función de la tos es desalojar las vías respiratorias para proteger los pulmones de partículas que han sido inhaladas. Se puede toser a propósito (voluntariamente) o de modo espontáneo (involuntariamente).

Los diferentes tipos de tos varían considerablemente entre sí. La tos puede ser seca (improductiva) o puede ser productiva, con expulsión de sangre o esputo (también llamado flema). El esputo es una mezcla de mucosidad, residuos y células que expelen los pulmones. Su aspecto puede ser claro, amarillo, verde o con muestras de sangre. Si la tos es intensa puede causar una distensión de los músculos o cartílagos de la caja torácica y provocar dolor en el tórax todo al respirar, al moverse o al toser de nuevo. La tos puede ser muy molesta e impedir el sueño. Sin embargo, si la tos aumenta progresivamente durante. décadas, como ocurre en los fumadores, es posible que la persona afectada casi no se dé cuenta de ello.

Causas.

La tos en el adulto se produce por la irritación de las vías respiratorias. Las posibles causas de ña tos dependen de si ha durado menos de 3 semanas (aguda) o más de 3 semanas (crónica).

Causas frecuentes. 

En la tos aguda las causas más frecuentes son:

  • Infección de las vías respiratorias superiores, incluida la bronquitis aguda.
  • Goteo posnasal (drenaje de secreciones desde la nariz hacia la garganta o la faringe).
  • Un brote de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Neumonía.

En la tos crónica las causas más frecuentes son:

  • Bronquitis crónica.
  • Goteo posnasal.
  • Irritación de las vías respiratorias que persiste tras la resolución de una infección respiratoria.
  • Reflujo gastroesofágico.

Causas menos frecuentes.

En la tos aguda, entre las causas menos frecuentes se encuentran las siguientes:

  • Presencia de un coágulo de sangre en los pulmones (embolia pulmonar).
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Cuerpo extraños (como un fragmento de alimento) que ha sido inhalado (aspirado).

Sin embargo, las personas que inhalan o aspiran algo saben, en general cuál es la causa de la tos y pueden explicar al médico lo sucedido, salvo en casos de demencia, ictus o cualquier otros trastorno que impida o dificulte la comunicación.

En la tos crónica, las causas menos frecuentes son:

  • Uso de fármacos para el tratamiento de la tensión sanguínea denominados inhibidores de la enzima conversiva de angiotensina (IECA).
  • Cáncer pulmonar.
  • Tuberculosis.
  • Infecciones fúngicas pulmonares.

Las personas afectadas por demencia o ictus suelen tener problemas en la deglución. Por ello, pueden aspirar fácilmente algún fragmento de alimento sólido o líquido, saliva o contenidos gástricos hacia la vía respiratoria (tráquea). Estas personas a veces aspiran pequeñas cantidades de estas sustancias sin que sus cuidadores se den cuenta de ello, y pueden desarrollar tos crónica por esta causa.

El asma puede causar tos. Raramente, el síntoma principal del asma es la tos más que la respiración se denomina asma con tos variante.

Evaluación.

No todos los tipos de tos requieren médica inmediata. La siguiente información puede servir de orientación para decidir si es necesaria la atención médica y para saber cómo se producirá probablemente la evaluación.

Síntomas alarmantes.

En personas con tos, ciertos síntomas y características deben ser motivo de atención. Entre ellas:

  • Ahogo o falta de aire.
  • Tos hemorrágica.
  • Pérdida de peso.
  • Fiebre que persiste durante más de 1 semana.
  • Factores de riesgo de tuberculosis, como el contacto con personas transmisoras, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el tratamiento con corticosteroides.
  • Factores de riesgo de infección por VIH, como las relaciones sexuales de riesgo o el consumo de drogas mediante inyección.

Cuando ir al médico.

Si se observan síntomas alarmantes, hay que consultar con un médico enseguida salvo los casos en que el único síntoma sea la pérdida de peso. En este caso, un retraso de aproximadamente una semana no supone nuevos prejuicios. En caso de haber aspirado alguna sustancia o cuerpo extraño es necesaria la consulta médica inmediata.

Las personas con tos aguda que no presentan síntomas alarmantes pueden esperar algunos días para ver si la tos cesa o remite progresivamente, sobre todo si también tienen congestión nasal y dolor de garganta, que son síntomas asociados a la infección de las vías respiratorias altas.

Las personas con tos crónica pero sin síntomas alarmantes han de consultar con el médico en algún momento, pero un retraso de una semana más o menos probablemente no será perjudicial.

Qué hace el médico.

En primer lugar, los médicos hacen preguntas sobre los síntomas y los antecedentes clínicos. Luego proceden a la exploración. Los datos del historial y los resultados de la exploración suelen sugerir, en muchos casos, la causa de la tos y el tipo de pruebas diagnosticas necesarias.

Algunos resultados obvios tienen menos utilidad diagnostica porque están asociados a diversos  trastornos que causan tos. Por ejemplo, que el esputo sea amarillo o verdoso o que sea más o menos denso no son datos que ayuden a distinguir una infección bacteriana de otras causas posibles. La respiración sibilante puede darse en la bronquitis, el asma y otros trastornos. La tos hemorrágica puede ser causada por bronquitis, tuberculosis o cáncer de pulmonar.

Pruebas diagnósticas.

La necesidad de pruebas específicas depende de los resultados obtenidos del historial y de la exploración física, sobre todo si se observan síntomas alarmantes. 

En los casos que se dan los síntomas alarmantes, las pruebas habituales consisten en :

  • Medición de nivel de oxígeno en la sangre mediante un sensor que se coloca en un dedo (pulsioximetría).
  • Radiografía torácica.

Prueba de punción (tuberculina), radiografía torácica y, en algunos casos, tomografía computarizada (TC)del tórax para descartar la tuberculosis, y análisis de sangre específico para descartar la infección por sangre específico para descartar la infección por VIH/SIDA se prescriben a las personas que presentan pérdida de peso o factores de riesgo de estos trastornos.

Si no existen síntomas alarmantes, los médicos pueden basar si diagnóstico en los antecedentes y la exploración física y empezar el tratamiento sin realizar pruebas diagnósticas. en algunas personas, los resultados de la exploración sugieren un diagnóstico, pero se llevan a cabo pruebas específicas para confirmarlo.

Si la exploración no sugiere la causa de la tos y no se observan síntomas alarmantes, los médicos, en muchos casos, prescriben algún fármaco eficaz en el tratamiento de una o dos causas frecuentes de la tos:

  • Una combinación de antihistamínico y descongestionante o un pulverizador nasal con suspensión corticosteroide (para el goteo posnasal).
  • Un inhibidor de la bomba de protones o un antagonista de los receptores de la histamina -2 (antagonista H2, para el trastorno por reflujo gastroesofágico).

Si estos fármacos alivian la tos, no suelen ser necesarias pruebas diagnósticas posteriores. Si la tos  persiste, los médicos suelen realizar pruebas distintas, siguiendo un orden preciso, hasta establecer un diagnóstico:

  • Radiografía torácica.
  • Pruebas de función pulmonar para descartar el asma.
  • TC de los senos paranasalescon el fin de descartar trastornos sinusales.
  • Colocación de un sensor ácido en el esófago para descartar un trastorno por reflujo gastroesofágico.

en caso de tos crónica, los médicos suelen practicar radiografía torácica. Si la tos es hemorrágica, suelen enviar una muestra del esputo al laboratorio. Allí, los analistas comprueban el crecimiento bacteriano en la muestra (cultivo de esputo) y observan la muestra al microscopio para descartar la presencia de células cancerosas (citología). A menudo, si los médicos consideran la posibilidad de cáncer pulmonar (por ejemplo, en personas de mediana edad o ancianos con antecedentes de tabaquismo que han perdido peso o  tienen otros síntomas generales), también realizan una TC del tórax, y, a veces, broncoscopia.

Tratamiento. 

La mejor opción para el tratamiento de la tos en el adulto consiste en tratar el trastorno subyacente. Por ejemplo, pueden prescribirse antibióticos para combatir la neumonía e inhaladores con sustancias que dilatan las vías respiratorias (broncodilatadores), o pueden prescribirse corticosteroides para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma. En general, dado que la tos tiene una función importante en la expulsión de esputo y la limpieza de las vías respiratorias, no debería eliminarse totalmente la tos. Sin embargo, si la tos es muy severa, afecta al sueño o tiene unas determinadas causas, pueden prescribirse distintos tratamientos.

Existen dos enfoques básicos para el tratamiento de la tos:

  • Inhibidores de la tos (terapia antitusígena) que alivian la necesidad de toser.
  • Expectorantes, que se cree que ablandan la mucosidad de las vías respiratorias pulmonares y facilitan la actividad muscular de expectorar (pero la evidencia de su eficacia terapéutica es insuficiente).

Inhibidores de la tos.

Entre los inhibidores de la tos se cuentan los siguientes:

Todos los opiáceos inhiben la tos porque reducen la capacidad de respuesta del centro de la tos en el cerebro.

La codeína es el opiáceo de uso más frecuente en el tratamiento de la tos. La codeína y otros inhibidores opiáceos pueden causar náuseas, vómitos y estreñimiento y tienen efectos adictivos. También pueden causar somnolencias, especialmente en personas que consumen sustancias u otros fármacos que reducen la concentración (como alcohol, sedantes y somníferos, antidepresivos o ciertos antihistamínicos). Por lo tanto, los opiáceos no son. siempre seguros y los médicos suelen reservarlos para situaciones especiales, como la tos que es residente a otros tratamientos y que impide el sueño.

El dextrometorfano tiene relación con la codeína, pero no es un opiáceo. También actúa con efectos inhibidores sobre el centro de la tos en el cerebro. El dextrometorfano es el principio activo de muchos fármacos +que se obtiene sin receta médica y en preparados antitusígenos que requieren prescripción. No es adictivo y,  usado correctamente., causa una ligera somnolencia. Sin embargo, suele consumirse indebidamente, sobre todo por los adolescentes, porque en dosis altas produce un estado de euforia. La sobredosis causa alucinaciones, agitación e incluso coma. La sobredosis es peligrosa en personas que siguen tratamiento antidepresivo con inhibidores de la reabsorción (o recaptación) de la serotonina.

El benzonatato es un anestésico local de administración oral. Insensibiliza los receptores pulmonares que activan el reflejo de la tos, de modo que los pulmones son menos sensibles a la irritación que activa dicho reflejo.

Ciertas personas, especialmente si en la expectoración la cantidad de esputo es muy abundante, deberían restringir el consumo de fármacos inhibidores de la tos.

Expectorantes. 

Algunos médicos prescriben expectorantes (a veces denominados mucolíticos) para ayudar a descargar la mucosidad ablandándola y haciendo más fácil la expectoración. Los expertorantes no eliminan la tos y su eficacia no está establecida de modo suficiente. Los de uso más frecuentes son preparaciones que contienen guaifenesina y que se adquieren sin receta. Los médicos prescriben a veces una solución saturada de yoduro potásico para ablandar la mucosidad. Una dosis pequeña de jarabe de ipecacuana es útil en tratamiento de la tos infantil sobre todo en los casos de crup.

A las personas afectadas por fibrosis quística se les prescribe a veces dornasa alfa (desoxirribonucleasa humana I obtenida mediante técnicas de ingeniería genética) con la finalidad de ablandar la mucosidad purulenta producida por infecciones respiratorias crónicas.

También se utiliza a veces suero salino o acetilcisteína inhalados (durante algunos días) para ablandar la mucosidad demasiado espera y molesta.

Otros Fármacos.

Los antihistamínicos, que resecan las vías respiratorias, tiene poco o ningún valor en el tratamiento de la tos, excepto si su causa es una afectación alérgica de la nariz, garganta y la tráquea. Si las causas de la tos son otras, como la bronquitis, la acción secante de los antihistamínicos puede ser molesta, densificar las secreciones respiratorias y dificultar la expectoración. 

Los descongestionantes (como la fenilefrina) que alivian la congestión nasal solo son útiles si la tos es consecuencia del goteo posnasal.

Otros tratamientos.

La inhalación de vapor (por ejemplo utilizando un vaporizador) parece ser que reduce o ablanda la tos. Otros tratamientos típicos, como pueden ser, por ejemplo, las pastillas para la tos, también son de uso frecuente, pero no existe evidencia científica suficiente de su eficacia terapéutica.

Tos en el adulto

También te recomiendo ver el contenido de Neumonia. y os paso enlace de otro lugar wikipedia donde trata de la bronquitis.

¿Tienes alguna duda más?

Gracias por contactar
Te responderé lo antes posible
Gracias por tu solicitud
Te llamaré en el horario seleccionado